Corrí por las calles intentando apresurarme pero era algo difícil con tantos libros en la mochila que colgaba de mi hombro derecho y 2 en mi mano.
Cuando ya estaba en la puerta del instituto entre al aula lo mas rápido que pude, Diablos! Era le profesor de matematica, ya me la tenia jurada, no me iba bien en la materia asi que mis notas no me salvarían de esta.
Dejo de escribir ecuaciones en el pisarron para mirarme a mi, era un hombre de unos 50 años, demasiado flaco, pelo canoso peinado para atrás y unos anteojos cuadrados.
-Señorita Paula llega nuevamente tarde – dijo negando con la cabeza-
-Lo lamento.. pero mi despertador se desprogramo – dije algo nerviosa, sentía la mirada de todos los de la clase en mi. Nunca me habían retado en este colegio. Había perdido la costumbre-
-Vaya a la oficina del director – Dijo para dirigirme una mirada despectiva y volver a escribir en el pizarrón, Salí del aula y suspire molesta. Camine hacia donde debería ser la oficina del director. Abrí y había una mujer de unos 46 regordeta, tecleando cosas en una computadora concentrada. Me miro por arriba de los delicados anteojos apenas apoyados en su puntiaguda nariz-
-Si? Que necesita – dijo dejando de teclear-
-Me reprendieron por llegar tarde – dije como una niña buena
-Toma asiento – dijo para luego seguir escribiendo, no me había percatado que en los asientos había una persona familiar, sentado con los brazos cruzados y cara seria parecía centrado en sus pensamientos, Luego se percato de mi presencia y una sonrisa burlona apareció en su rostro. Maldecía que no había otro asiento mas lejos de el. Me senté en el sillón a esperar, bajo su mirada fija.
-Cariño, que haces aquí? Este es un lugar.. para chicos malos – Dijo burlón, en susurro-
-No me digas cariño, no te equivoques Alfonso – Dije sin mirarlo, me dispuse a leer uno de mis libros que sostenía en mi mano, ni siquiera mire lo que estaba leyendo. Solo era una excusa para no tener que hablarle. Una risita salió de sus labios.
-Por que estas aquí? Acaso.. te retaron por prestar tanta atención en clase? –dijo divertido- o no.. por ahí por que te van a pasar un año mas arriba – Dijo riendo, se acerco a mi oído, yo solo hacia que leía aunque eso me gustaría.. compartiríamos clase , no me molestaría que seas mi tutora.
La puerta de la oficina del director se abrió.
-Te aviso.. que tienes el libro al revés. Cariño – Dijo para luego pararse, un hombre corpulento y de pelo negro azabache salió. Y lo vio incrédulo-
-Otra vez tu Alfonso? .. siento que te veo mas que tus propios profesores – dijo, Pedro rió-
-Ya nos estamos tomando cariño – dijo burlón el hombre revoleo los ojos y lo dejo pasar, para luego cerrar la puerta.
Diablos.. enserio? El libro al revés? Quede como una idiota!. Suspire molesta cerrando el libro con bronca-
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Lean el siguiente......
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